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La limpieza del coche no solo es buena desde el punto de vista estético. Hacerlo con frecuencia conservará su buen aspecto, pero sobre todo, hace que ganes en seguridad cuando viajas por carretera.
Cuando circulas con tu vehículo, este va cubriéndose del barro y la suciedad presentes en la carretera. Y, si vives en una zona cerca del mar, el salitre se adherirá a su carrocería. Todas estas sustancias, de no ser retiradas, pueden provocar el óxido y la corrosión del automóvil.
n su carrocería, que es la parte del vehículo que está más en contacto con el aire. También afecta, por ejemplo, al motor, estropeando sus piezas más importantes. Incluso elementos tan esenciales como los neumáticos o la dirección pueden verse afectados por la suciedad.
Y más aún: la falta de limpieza del habitáculo y la humedad presente en él también pueden producir corrosión del coche desde dentro hacia afuera.
La limpieza de tu coche debe ser integral. Es decir, que tienes que lavar todas sus partes para que sea lo más efectiva posible. Lavar el coche con regularidad también te ayudará a prevenir daños, ya que permitirá que la capa protectora de la carrocería permanezca en buen estado durante la vida útil del vehículo.
Los coches tienen una capa protectora por encima de la pintura que permite mantener en buen estado el exterior del vehículo. No obstante, esta capa puede quedar dañada debido a factores meteorológicos como la lluvia, el polvo e incluso la exposición al sol.
Si quieres evitar el deterioro acelerado de la capa protectora, es importante que laves el coche frecuentemente. La acumulación de suciedad en tu vehículo puede llegar a afectar a tu salud.
En muchas ocasiones, se le da importancia únicamente a la limpieza de la parte exterior por una cuestión estética. No obstante, es en el interior del vehículo donde se acumulan más gérmenes.
Es por esto que es importante realizar un lavado integral del vehículo de manera periódica con tal de evitar que la suciedad pueda llegar a afectar a nuestra salud y bienestar. Tanto en el interior como en el exterior del coche, siempre debes sacar el máximo provecho cuidando cada detalle.
Secar la carrocería para que no queden marcadas las gotas, aspirar el interior del coche, limpiar las llantas así como los asientos…
Te costará mucho menos limpiar llantas y tapicería si les haces un repaso semanal que si solo limpias una vez al año. Esto es aplicable a todo el vehículo. Y no olvides encerar el coche, al menos, una vez al año.
Tres cosas a tener en cuenta cuando vayas a lavar un vehículo:
- Lavar cuando el vehículo esté frío
No comiences a lavar el vehículo a mitad del día o después de un largo viaje. Introducir agua fría en los rotores podría hacer que ciertas partes se deformen. - Usar agua
El agua ayuda a lubricar la superficie para evitar ralladuras. Si tu vehículo está seco y empiezas a frotar con una esponja o cepillo, toda la arena fina y suciedad del camino se adhieren a la pintura para crear pequeños arañazos. - Lavar el vidrio y los neumáticos
Las ventanas necesitan lavarse tanto como el resto del coche, si bien las llantas no necesitan limpiarse para mejorar su rendimiento o alargar su vida útil, sí se verán más nuevas y brillantes si decides hacerlo.